Rodolfo López


RODOLFO LÓPEZ
Presidente de la Asamblea Legislativa Cruceña y Asambleista por el pueblo Chiquitano.


M21. ¿Cuál es su historia en la política? Y, ¿cómo se inicia en la práctica política?

RL. Yo he sido dirigente de la central indígena reivindicativa de la provincia Ángel Sandoval (CIRPAS) desde el año 2000 hasta el 2005. Después, por medio de una gran asamblea general que tuvo esa organización en San Matías, fui designado como Secretario de Tierra y Territorio. En esos tiempos nadie quería hacerse responsable de esa cartera porque habían muchos conflictos, al menos en la frontera con el Brasil. Para mi familia y para mí fue un dolor de cabeza el aceptar esa dirigencia. Sin embargo, en esa instancia fui conociendo a fondo las exigencias del trabajo a favor del movimiento indígena. Y participamos de muchas marchas que los pueblos indígenas emprendieron como plataforma conjunta. Estuve seis meses como presidente de esa central.

El 2006, apoyado por las dirigencias de las cinco provincias de la Chiquitania fui electo Segundo Gran Cacique de Organización y Comunicación de la Organización Indígena Chiquitana (OICH) en Concepción. En esta etapa de mi vida política atravesé también algunos problemas. Como Primer Cacique Mayor había ganado Gustavo Laverán, pero al mismo tiempo él era presidente del Concejo Municipal de San Miguel. Nuestro estatuto mandaba que cualquier persona que esté en la directiva de la organización no podía ejercer un cargo público y en esa época nuestras bases le propusieron que si se mantenía en la dirigencia de la OICH, Laverán debía renunciar al Concejo —o viceversa— dándole un plazo de tres meses para defi nir su situación. Al cumplirse en plazo y no defi nirse esa situación, es que la directiva aplicó el estatuto. De esa manera yo asumí como Primer Gran Cacique por una gestión de 4 años en la OICH. Ya después, bajo un análisis de mi organización CIRPA, cuando se escuchaba de elecciones municipales, de asambleístas y para gobernador, es que se me propuso como uno de los candidatos a la Asamblea Legislativa Departamental (ALD). Es así como ahora me encuentro asumiendo el mandato de nuestro pueblo.

M21. ¿Qué ha significado para usted la obtención de la presidencia de la ALD?

RL. Creo que, como cualquiera en la misma situación, al representar a los pueblos indígenas, me siento orgulloso. Pero ese orgullo consiste en que los representemos de una manera satisfactoria, con consulta, con participación y con la inclusión de nuestros derechos en diversas normativas transversales. Obviamente, los pueblos indígenas ven esto con mucha satisfacción, pero no me exime de las muchas preocupaciones propias del ostentar un poder.

M21. ¿Qué avances y qué retos ve en la situación política y social de los indígenas en Santa Cruz?

RL. En Santa Cruz notamos que (quizá no en toda la sociedad, pero sí que a nivel de instituciones públicas) muchas veces no se compartía el criterio acerca de la participación indígena. Socializando e intercambiando ideas con intelectuales se ha logrado poco a poco hacer entender la importancia y el trabajo de los indígenas en y para Santa Cruz. Pero no ha sido fácil. Desde mi punto de vista, creo que todavía estamos ante un largo proceso. Más allá de todo eso, los indígenas de tierras bajas fuimos impulsores de propuestas al Estado Boliviano que hoy están en la constitución y que han servido para la refundación del país; al mismo tiempo, se incluyeron la CPE demandas nuestras de derecho legítimo. Eso es importante.

M21. ¿Cómo trabaja la bancada indígena en la ALD? ¿Cómo se sienten en esta nueva alianza con VERDES? 

RL. Nosotros consensuamos los temas, primero, entre nuestras organizaciones o dirigentes de pueblos. Hacemos un trabajo de retroalimentación, informándonos mutuamente e intercambiando ideas. Nuestro esfuerzo y lucha van acompañados de una gran coordinación con nuestra dirigencia. En esa línea, con esa estrategia, siempre tendremos para presentar un planteamiento conjunto (de los cinco pueblos). Las alianzas... Más allá del hecho de que hoy se la haya realizado con VERDES, no implica el que nosotros nos vayamos a arrodillar ante ellos. Sólo vamos a trabajar y presentar propuestas obedeciendo los mandatos de nuestro pueblo. Sólo así se hace incidencia en los derechos de los pueblos indígenas: impulsando e incluyendo nuestras propuestas, nuestra plataforma. Los derechos del ciudadano individual no son negociables.

M21. ¿Cómo considera que está actualmente el escenario político en el país y particularmente en Santa Cruz? 

RL. En nuestro país, pese a la mayoría absoluta, se está tratando de ‘imponer’ las cosas; eso no es saludable. Creo que hay que tener más cuidado al tomar ese tipo de decisiones. Decisiones que se están tomando sin consultar con las bases, tanto en lo nacional como en lo departamental. Ahora que accedimos a la presidencia de la ALD del departamento, esperamos que cambie el panorama en los discursos políticos y así logremos acercamiento. Que ya no hayan rencores o contradicciones. Hoy se debe buscar la unidad y el diálogo.

M21. ¿Cuáles son sus proyectos personales y políticos a futuro?

RL. Yo creo que más allá de los proyectos personales, a las autoridades la evaluación y la otorgación de nuevas responsabilidades nos la hacen nuestros pueblos, y nosotros somos muy respetuosos de esas decisiones. En la vida política los representantes de pueblos indígenas somos todo el tiempo criticados. Más allá de que nos sentemos con VERDES, con el MAS o con el Frente Amplio, hay mucha desconfianza acerca de que un indígena esté a la cabeza de la ALD, pero creo que la mejor forma de trabajar y demostrar trabajo serio es coordinando con todos los sectores sociales. En lo personal, mi perspectiva —en el pasado— era ir escalando gradualmente dentro de las organizaciones indígenas hasta lograr ser dirigente de la CIDOB; pero no estaba prevista esta elección que gané como asambleísta. En este aspecto, más que mero reconocimiento es una responsabilidad que me ha dado mi pueblo.

M21. ¿Cuáles son los temas que la ALD priorizará bajo su presidencia?

RL. Creo que si tomamos en cuenta que ya es un año y más que estamos acá (ALD), este tiempo ha servido para lograr una estructura institucional un tanto más consolidada. Se debe tomar en cuenta que la ALD es una institución muy reciente. Quizá las normativas aprobadas no han alcanzado el impacto esperado en nuestro departamento; y es que también han primado muchas dificultades. Por ejemplo, cuando nosotros como pueblos indígenas propusimos empezar primero por la adecuación del estatuto, los colegas no aceptaron la propuesta y hasta ahora no la aceptan. La constitución nos dice que debemos adecuar el estatuto; y es uno de los grandes temas pendientes. Ahora bien, cómo entendemos cada parte ‘adecuar’ es el otro discurso que aquí en Santa Cruz se está manejando. Que bajo consultoría y solamente una vez culminada ésta la asamblea recién pueda accionar, no es forma de trabajar. Muy al contrario, la sociedad en su conjunto tiene que conocer ese estatuto, deben recojerse propuestas de nuestras bases, de las provincias y de los distintos barrios de Santa Cruz. Eso, como prioridad. Las otras normativas deben ser priorizadas en base a las competencias con que nos faculta la constitución. Lo que se debe hacer es no contradecir la CPE; debemos pensar que tenemos competencias y, a partir de estas, elaborar normativas que se puedan aprobar.