El Comité Cívico Pro Santa Cruz y su vigencia


POR GERMÁN ANTELO

El Comité Cívico Pro Santa Cruz se fundó el 30 de octubre de 1950 por diferentes instituciones representativas del departamento bajo  iniciativa de la Federación Universitaria Local (FUL). Hoy por hoy, el CCPSC es la organización cívica de mayor jerarquía de la región.

El Comité Cívico Pro Santa Cruz es una institución esencialmente apartidista, sin fines de lucro y de bien común; actualmente, aglutina en su seno a más de 200 instituciones de la sociedad cruceña. Cada dos años se elige al Directorio del Comité Pro Santa Cruz y a los delegados ante la Asamblea de la Cruceñidad.

El Comité ha sido distinguido por diversas organizaciones gracias a sus luchas por el bienestar de la región y la generación de una mejor calidad de vida para sus habitantes. En ocasión de sus Bodas de Oro, el 30 de octubre del año 2000, recibió el máximo galardón nacional: el Cóndor de los Andes. Entre los objetivos sobresalientes del Comité están el promover por todos los medios disponibles el desarrollo humano, cultural, social y económico de la región, precautelando la racional explotación de sus recursos naturales y la conservación del medio ambiente bajo la premisa del desarrollo sostenible; el preservar los valores morales y la identidad regional; y el asumir la defensa de los intereses colectivos, para alcanzar el bien común.

Dentro de los aportes cívicos más importantes que ha realizado el Comité se puede mencionar lo siguiente: el logro del cumplimiento de la Ley del 11% de Regalías Departamentales de hidrocarburos; la lucha por la reconquista de la autonomía de los gobiernos municipales; el impulso de una genuina descentralización administrativa; la lucha permanente por los cambios estructurales del Estado y la elección democrática de los prefectos en todo el país en diciembre del 2005; el Referéndum Nacional Vinculante por las Autonomías, que fue precedido por un Cabildo de medio millón de personas en Santa Cruz, que se comprometieron a votar por él SÍ; el ‘Cabildo del Millón’ para que se respete el resultado del Referéndum por las autonomías y, finalmente, sea plasmado en la nueva Constitución Política del Estado, y hizo un aporte democrático para la elaboración de los Estatutos Autonómicos Departamentales y finalmente su aprobación en un referéndum departamental.

El Comité fue una excelente opción para Santa Cruz, el cual se fundó después de varios intentos fallidos, por jóvenes universitarios que, adelantándose a su época, creyeron que era momento de sumar voluntades, mayor participación, para que todos tengan la posibilidad de ser escuchados y de esa manera, desde la sociedad civil, de sus instituciones y de sus hombres y mujeres más representativos. Este grupo de personas buscaba hacer escuchar su voz ante el abandono secular para que se cumplan las leyes, con el fin de lograr el desarrollo que ya gozaban otros departamentos del occidente de Bolivia, y llegue a los territorios de tierras del oriente, donde la pobreza y la falta de caminos y de servicios básicos era el común denominador de todos.

A lo largo de estos años, desde su creación a la fecha, el Comité ha hecho mucha historia, y creo que sus dirigentes han sabido interpretar y responder a las necesidades de la gente, ha estado presente en las principales luchas reivindicativas para que parte de los recursos naturales que se iba de la explotación del petróleo se quede en la región, para que al administrarlo bien se quede en beneficio de los ciudadanos; ha tenido un rol protagónico en la recuperación de la democracia y la elección de los alcaldes por voto ciudadano, evitó la imposición de los gobiernos de turno, ha tenido participación activa en las luchas para que se descentralice el poder, ha conseguido que los Prefectos sean elegidos por los ciudadanos, y que las asambleas departamentales tengan participación de los pueblos indígenas.

El Comité ha conseguido hacer movilizaciones en cuatro cabildos: el primero de 150.000, el segundo de 300.000, el tercero de 500.000 y el cuarto de 1,000.000 de personas, para conseguir que se implemente en Bolivia la Autonomía, que la misma quede constitucionalizada y que los niveles legislativos de las diferentes entidades territoriales autonómicas (consejos, asambleas departamentales, autonomías indígenas) tengan capacidad de legislar; es decir, hacer leyes quitando el monopolio legislativo que tenía la Asamblea Legislativa Nacional. Asimismo, esta Institución está comprometida en la lucha por la democracia, la libertad, la justicia, la libertad de pensamiento y de expresión, la defensa del Estado de Derecho, lucha que sin duda no es excluyente y que al abrirse a mayor representación, la hace más incluyente y la hace más representativa.

Germán Antelo es Senador por Plan
Progreso para Bolivia-Convergencia
Nacional (PPB-CN)
Estoy convencido que, cuando el Comité Cívico Pro Santa Cruz se estructuró en la década de los 50, lo hizo como Sociedad Civil Organizada y su agenda y retos fueron muy grandes; lo hizo en un momento en que —por la aplicación de políticas erradas y abandono secular de los territorios de tierras bajas desde el gobierno central—, se había ocasionado mucha pobreza y enfrentamiento entre bolivianos.

Si asumimos que el CCPSC es una Institución de la Sociedad Civil Organizada, de un determinado territorio, con ciudadanos que tienen una identidad cultural y maneras de ver y reaccionar propias, entenderemos que su función tiene que ser la de recoger todas las presiones ejercidas por los diferentes sectores de la sociedad, en busca de mayor equidad, igualdad de oportunidades, inclusión social, la lucha por la paz y la justicia social, por la vigencia plena de los derechos humanos y contra la impunidad, etc.; todo ello, ha permitido que esta institución consiga el reconocimiento de un papel importante y decisivo, no sólo por los actores de la sociedad civil organizada a nivel departamental, sino también a nivel nacional e internacional. Ante esta enorme responsabilidad y reconocimiento, lo que queda por realizar es el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, cuidando que éstas no sean copadas por los partidos políticos, u oportunistas, con fines personales. Es responsabilidad de la sociedad civil, a través de sus organizaciones, incidir en el fortalecimiento y reconstitución del marco legal con el objetivo de crear las condiciones para la construcción de una democracia participativa que sea sustentable en lo social y lo económico, recordando siempre que la sociedad civil no está formada por individuos o intereses de un solo sector, sino por expresiones de organización social que pueden proceder de distintos sectores sociales.

Creo que el Comité, como organización de la Sociedad Civil, para conseguir sus objetivos tiene que partir del presupuesto de la legitimidad de sus pedidos, que sean políticamente viables y sustentables técnicamente; tiene que contar con elementos técnicos y profesionales, y por último establecer los mecanismos de participación de la población en general, para que nadie se quede afuera, con el fin de mantener la representación que todos esperan de esta Institución.

La sociedad civil representada en el Comité Cívico Pro Santa Cruz está obligada a impulsar iniciativas para fortalecer las debilidades de los partidos y gobiernos. Los partidos deben ser canales e instrumentos sociales para mediar entre la sociedad y el Estado, para que nuestra sociedad se fortalezca con leyes e instituciones. Es muy frecuente que los partidos no sean permeables a las demandas de la sociedad civil, porque funcionan como maquinarias electorales eventuales, sin un programa político consistente y, sobretodo, desconectados de las propuestas sociales de la población.

El Comité Cívico Pro Santa Cruz, como representante de la sociedad civil, tiene que asumir que los ciudadanos no sólo son titulares de los derechos políticos, sino también de los derechos sociales y económicos. El Comité tiene que defender las libertades públicas de la sociedad y, al mismo tiempo, su derecho a comer, a vestirse, a educarse, a habitar, a tener servicios básicos y a vivir dignamente en un ambiente sano.

Estoy convencido que los cruceños, como sociedad, para existir, buscaron instaurarse, creando su propia Institución, una red simbólica, socialmente sancionada, en la que se combina un componente funcional y un componente imaginario. Es una institución que  va mas allá de sus propios creadores y de sus conductores circunstanciales, porque  representa el imaginario colectivo, de la sociedad que quisiéramos ser. El Comité ha sido instituido de la unión y tensión de la sociedad instituyente y de la sociedad instituida, de la “historia hecha y de la historia que se hace”, en palabras de  Castoriadis. Por ello y en el contexto de la Teoría de la Institución Imaginaria: “...la institución primera de la sociedad es el hecho de que la sociedad se crea a sí misma como sociedad y se crea dándose instituciones animadas por significaciones sociales específicas de determinada sociedad...(egipcia, hebrea, griega, etc.)... Y esta institución primera se articula en y se sirve de las instituciones segundas (lo que de ningún modo quiere decir secundarias), que podemos dividir en dos categorías. Algunas de ellas son, abstractamente consideradas y según su forma, transhistóricas. Tales son, por ejemplo, el lenguaje: ...no hay sociedad sin lenguaje; o el individuo: ...no hay sociedad que no instituya algún tipo de individuo; o la familia: ...no hay ni puede haber sociedad que no asegure la reproducción y la socialización de la siguiente generación... Y hay instituciones segundas que son específicas de determinadas sociedades y cumplen en ellas un papel absolutamente primordial, en tanto que son esenciales portadoras de aquello que es de una importancia vital para la institución de cada sociedad, sus significaciones imaginarias sociales”

Por las referencias antes mencionadas, quiero dejar entrever que la Institución Cruceña, llamada Comité Pro Santa Cruz, es más que solo la representación de la Sociedad Civil Organizada de Santa Cruz, creo que ha sido la creación colectiva del Imaginario de esta sociedad, cuyo destino moral es el de orientar y conducir a buen puerto a los cruceños, generando ideas, proyectando leyes, fiscalizando en la Bolivia actual a los gobiernos locales autónomos, al gobierno autónomo departamental y al gobierno nacional. A los dos primeros exigiéndoles que cumplan con el imaginario colectivo de autogobiernos, que den respuestas reales a las necesidades de la gente, pero con justicia y equidad. Al tercero que, finalmente, devuelva parte del poder político y económico a las entidades autónomas, como corresponde.

Ningún gobierno ha llenado hasta ahora las expectativas, los sueños, las esperanzas de un mundo mejor para vivir en condiciones mínimamente dignas para los ciudadanos cruceños y bolivianos, y mientras estas condiciones tan deplorables se mantengan, siempre habrá espacio para que Instituciones como el Comité Pro Santa Cruz,  tengan oportunidades de repensarse, de reagruparse, de recuperar banderas parcialmente conseguidas y de otras nuevas que enamoren a la gente y finalmente, sin temores, dentro del marco que le permita la democracia, lanzarse a la lucha por mejores días para todos. M