Entrevista con: Justa Cabrera Guzmán


"Si me voy allá arriba, ¿quién va a pelear de aquí abajo?"


M21. Antes de ser dirigente ¿a que se dedicaba? Y ¿cuál ha sido su experiencia en las organizaciones indígenas?

JC. Lo que hacía en mi comunidad era atender y velar por la salud de los niños y los ancianos con medicina natural: darles mates, sobarles con algunos aceites, friccionarlos. Yo provengo de la comunidad Jorori, cantón Paurito, hoy distrito 14 de la provincia Andrés Ibáñez. Ahí crecí y fundamos la comunidad ahora denominada Jorori II. Como toda joven, tenía muchas aspiraciones y era muy inquieta; desde mediados hasta finales de los 70s desarrollé juntamente mis compañeras varias actividades en favor de la comunidad: fundamos una escuelita — en un principio era una cabaña de ‘motacú’; luego logramos construir una mejor aula y ahora es todo un módulo educativo— de donde este año saldrán los primeros bachilleres. También impulsé la participación de las mujeres de la comunidad en el fútbol (a pesar de que eso era ‘mal visto’ en ese tiempo). Hoy hay tres equipos de mujeres. 

Más adelante fui nombrada presidenta del Comité de Salud de Jorori. Esto me permitió —juntamente con el dirigente de la comunidad— gestionar agua y electrificación y también abrimos caminos para la comunidad porque solo teníamos sendas. Finalmente constituimos la organización de la comunidad con Personería Jurídica. Para 1992 logramos crear la Capitanía Guaraní Zona Santa Cruz conformada por las comunidades de Jorori, Santa Fe, Pueblo nuevo, Barrio nuevo y Samaria. En 1994 fui elegida como Representante de Tierra y Territorio de la Capitanía porque teníamos muchos problemas con la tierra. Sin embargo ejercí muy poco —tres meses— ya que fui delegada a participar en la primera asamblea consultiva de la Coordinadora de pueblos étnicos de Santa Cruz (CPESC). Allí, en la asamblea, reclamamos la participación de las mujeres en la estructura de la CPESC y en esa misma asamblea fui elegida como Secretaria de Salud de dicha organización. Saliendo de la CPESC volví a mi organización —la Capitanía Zonacruz— donde elegimos la primera capitana provincial de Andrés Ibáñez. Allí fui elegida presidente de la provincia de las mujeres de 1997 a 1998. En el 2002 fui elegida presidenta de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) pero no culminé mi gestión porque volví a Santa Cruz para trabajar en mi zona. Volví a la la capitanía Guaraní Zonacruz en 2006. Fuimos a elecciones y fui elegida primera capitana mujer de Zonacruz.


En 2007 se crea la Secretaría de Género de la Central de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB). La confederación hace un recorrido por diferentes comunidades visitando dirigentes, visitando mi comunidad y haciéndome parte. Desde entonces formo parte del proceso de organizar a las mujeres. Al finalizar el 2007 se organiza la gran Asamblea nacional de mujeres indígenas de tierras bajas donde nace finalmente la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia, la cual ahora presido.

M21. ¿Cómo ve el rol de la mujer en las organizaciones indígenas de tierras bajas?

JC. El rol de las mujeres es muy importante dentro de las organizaciones del movimiento indígena. Esto porque las mujeres son las que viven día a día la vida dentro de las comunidades, las mujeres son más decididas, son las que le dan a la organización la fortaleza que necesita. La diferencia con los hombres está en que las mujeres percibimos con más claridad las cosas, somos más sensibles, entonces podemos percibir más rápidamente lo que se avecina y, en base a ello, prevenimos.

M21. ¿Cómo evalúa los avances hasta ahora realizados en el reconocimiento de los derechos los pueblos indígenas?

JC. Los derechos de los pueblos indígenas y de las mujeres indígenas en la constitución han avanzado muy bien, se han desarrollado considerablemente; sin embargo, considero que se ha quedado en papeles, y eso es lo triste. Los pueblos indígenas hemos trabajado y hemos marchado por la asamblea constituyente, luego se elaboró la constitución y todos los reglamentos; ahora se están elaborando las diferentes leyes (muy buenas, por cierto). A pesar de todo esto, el error está en la aplicación de las leyes. Creo que nosotros y nosotras hemos avanzado considerablemente en lo que se refiere al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas pero que hoy en día están en peligro por el accionar errado del gobierno de Evo Morales.



M21. Usted cumplió un rol decisivo en todo lo que fue la marcha por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), mucha gente encontró en usted una líder referencial ¿Cómo ve esto? ¿Le gustaría en un futuro participar en elecciones para un cargo público habida cuenta el respaldo que tiene de la gente?

JC. Participé desde lo más profundo de mi corazón, con la mayor sinceridad. El apoyo a la lucha de los hermanos del TIPNIS la he hecho por principios, porque como dirigente, es mi deber y obligación defender los derechos de los demás. Cuando la gente me dice “futura presidenta” y cosas similares, yo digo que no es mi aspiración alcanzar algún cargo público —mucho menos presidenta—, porque debemos ser más cautos, debemos ser más cuidadosos en elegir la persona que va a dirigir todo un país. Dirigir el país no es igual que dirigir una organización. En ese sentido, no es mi aspiración conseguir algún cargo político, nunca me ha gustado. Siempre decía cuando me ofrecían algún cargo político: “Si me voy allá arriba, ¿quién va a pelear de aquí abajo?”. Entonces prefiero estar con las bases. Si las bases lo deciden así, si quieren que siga como dirigente, lo haré. Actualmente estoy cumpliendo la primera gestión como Presidente de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia; tenemos en vista una gran asamblea de final de gestión y empezará una nueva; pienso que si las bases deciden poner una nueva presidenta yo estoy muy de acuerdo, la reelección no es algo con lo que me empecine, soy una persona mayor, madura, mi único deseo es que todas las personas de Bolivia y en especial los pueblos indígenas tengan las mismas condiciones de vida que el resto de los ciudadanos bolivianos, que puedan desarrollar sus derechos de una vida digna.

M21. ¿Cómo quedan las relaciones entre indígenas de tierras bajas con el MAS? ¿Sigue en pié la conformación de una bancada independiente al MAS por parte de los parlamentarios indígenas del oriente?

JC. Eso depende netamente de la comisión nacional y de las decisiones de los presidentes de las organizaciones, en ese sentido no puedo adelantar nada. Sin embargo, cabe decir que el MAS es un partido político y eso no necesariamente interfiere las relaciones entre los pueblos de tierras altas y tierras bajas. Si bien ha existido un leve debilitamiento de estas relaciones, tampoco se puede decir que se han roto, esto lo digo tomando en cuenta la gran multitud que ha esperado a la marcha en La Paz. Nosotros estamos seguros que toda Bolivia nos está mirando, la lucha no es solo de los pueblos indígenas sino del pueblo boliviano porque con la afectación del TIPNIS podrán ser afectados otros parques de Bolivia y tenemos que defenderlos.

M21. ¿Qué se viene luego del triunfo de la marcha en La Paz? ¿Cree que el movimiento indígena de tierras bajas ha alcanzado la madurez política como para plantearse un protagonismo político propio en las elecciones que vendrán en 2014?

JC. Es un triunfo, pero ese triunfo está también en riesgo. Tenemos que ser siempre vigilantes y custodiar ese triunfo para que no se vaya a romper. Sobre la madurez política del movimiento indígena, creo que sí lo estamos. Muy particularmente considero que podemos empezar a trabajar un nuevo proyecto propio de los pueblos indígenas con aliados de la sociedad civil. Estas alianzas tienen que ser con el pueblo, ya nunca más con algún partido político.